Cuando se lea este post, comprenderé por qué coloco esta foto de Annie Leibovitz al comienzo. Aquí se puede ver el vídeo de la misa papal de la imposición de la ceniza:
https://www.youtube.com/watch?v=NRoQkZBmUrQ
Me gustaría hacer unos comentarios, por si a alguien en el Vaticano le sirven. Uno ve el vídeo y, honestamente, deja frío. El que filmó la misa disponía de una impresionante basílica, de cardenales, obispos, de todo? pero el vídeo deja no transmite esas sensaciones que sí que son transmitidas en infinidad de películas. Aquí pongo dos ejemplos entre otros muchos que se podrían aportar:
https://www.youtube.com/watch?v=WnxJyEF4qLE
Resulta patente los pocos miles de visitas que tienen este tipo de vídeos vaticanos, frente a los cientos de miles de visitas de las que gozan este tipo de escenas ficticias de varias películas en Youtube. ¿Por qué? Primero de todo, el color. El Vaticano parece haberse especializado en filmar las ceremonias con el mismo color desvaído de David Linch en Doctor Zivhago o si tienen suficiente color, éste no aparece armonizado de forma adecuada. Este segundo problema es más complejo de explicar y no me voy a extender, entrando en cuestiones técnicas.
Segundo problema, la iluminación. Hasta una película de tercera división de Hollywood (no de la RAI) tiene una iluminación mejor que las ceremonias papales. Alguien dirá: ?¡Pero si la iluminación es buena!?. Desde luego que es abundante y más que abundante. Pero una es la iluminación para gozo y disfrute de los pocos miles de personas que están allí, y otra distinta es la iluminación para las cámaras. Hay que primar los millones que van a ver una ceremonia, frente a los que están allí físicamente. No es una cuestión de más luz o menos luz: hoy día se pueden hacer maravillas con la luz, cuando se filma con una cámara.
Último punto, hay que plantear las ceremonias desde un punto de vista compositivo cinematográfico. Hasta ahora, la ceremonia tiene lugar y las cámaras la filman. Esto debe cambiar: el proceso debe ser totalmente creativo, el director debe verse a sí mismo como un pintor que decide cómo componer una escena. El director, conociendo la ceremonia, debe tomar el mando de la situación a nivel artístico.
El director no va a cambiar el rito ni va a decidir la homilía ni va a decir al Papa qué debe hacer. Ahora bien, la filmación de cada ceremonia papal debería ser una obra de arte. Cada filmación podría ser única. Debería existir expectación en Youtube, con la gente preguntándose: ?¿Qué deleite nos ofrecerá este año tal director con la Misa de Gallo??.
Sé que lo que digo puede parecer excesivo. Pero recuerdo que hace muchos años, para una revista importante, un gran fotógrafo hizo una sola fotografía de mí. Sólo era el rostro. Estuvo, creo recordar, tres cuartos de hora. Hacía varias fotos, las miraba, las estudiaba, y cambiaba un poco, solamente un poco, la iluminación. Hacía otras fotos, las volvía a estudiar y, de nuevo, cambiaba mínimamente la iluminación. El resultado final fue formidable. Quedé impresionado. Sin duda, la mejor foto que me hayan hecho nunca. Tiene copyright y nunca la he podido poner en mi blog. Por otra parte, tampoco está en formato digital.
Recuerdo, para un documental noruego, la cantidad de veces que un director me hizo bajar una escalera de un parque. No las conté, pero fueron muchísimas. Cada vez que yo bajaba otra vez, él había hecho algún cambio por su parte. El resultado, evidentemente, fue cualitativamente distinto a cualquier otra filmación previa con otro director.
En una ceremonia papal, se graba un rito vivo, no una obra de teatro que se pueda repetir. Sé muy bien que no es como una película que se puede detener en cualquier momento. Pero hay una diferencia radical entre las sutilezas de un gran director grabando una escena que solo sucede una vez, y el modo ramplón, plano, tedioso con el que se siguen filmando esas ceremonias.
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Comentarios respecto a la misa papal del Miércoles de Ceniza
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